Ingredientes
3 tazas de harina ( 360 gramos )
3 cucharaditas de levadura
pizca de sal
1/2 taza de azúcar
2 cucharadas de jengibre fresco rallado
1/2 taza de miel ( 125cc. )
100 gramos de mantequilla
1 huevo
3 cucharadas de leche
Preparación
Mezclar la harina, la levadura y la sal.Poner en un tazón e incorporarle el azúcar moviendo todo muy bien. Agregar el jengibre rallado. Derretir la mantequilla junto con la miel. Agregar el huevo y la leche para mezclarlo con los ingredientes secos. Volcar en un molde de cake untado previamente con mantequilla.Dejar en el horno (previamente precalentado a 180 º C) durante unos 30-40 minutos.
Bartleby, el escribiente es un relato de Herman de Melville publicado por primera vez en Putnam´s Magazine en 1853. Ha sido considerado el precursor del existencialismo y la literatura del absurdo, por tanto, es aún plenamente moderno. Muchos autores se han referido a esta obra de Melville; Camus lo considera una de sus influencias y, mi admirado Vila-Matas, se basó en ella para escribir Bartleby y compañía en el año 2000, al igual que Saul Bellow o Arthur Miller. Resuenan, además, ecos kafkianos como se encargo de señalar Jorge Luis Borges.
El relato cuenta la historia de un abogado dueño de una oficina en Nueva York donde le ayudan tres empleados Turkey ("Pavo"), Nippers ("Tenazas") y Ginger Nut ("Bizcocho de jengibre"). Los dos primeros son escribientes pero no dan abasto con el trabajo de la oficina. Bartleby entra como nuevo empleado, aunque ante los encargos de su jefe, responde inmediatamente: “Preferiría no hacerlo”, de modo, que renuncia a la labor para la que ha sido contratado. La forma de abandonarse me resulta profundamente atractiva e inquietante. Hablamos de la soledad del ser humano y la imposibilidad de comunicación entre las personas. La negación del mundo.
¿No somos todos “bartlebys”?
El relato cuenta la historia de un abogado dueño de una oficina en Nueva York donde le ayudan tres empleados Turkey ("Pavo"), Nippers ("Tenazas") y Ginger Nut ("Bizcocho de jengibre"). Los dos primeros son escribientes pero no dan abasto con el trabajo de la oficina. Bartleby entra como nuevo empleado, aunque ante los encargos de su jefe, responde inmediatamente: “Preferiría no hacerlo”, de modo, que renuncia a la labor para la que ha sido contratado. La forma de abandonarse me resulta profundamente atractiva e inquietante. Hablamos de la soledad del ser humano y la imposibilidad de comunicación entre las personas. La negación del mundo.
¿No somos todos “bartlebys”?
5 comentarios:
Muy interesante la combinación
unos bizcochitos espectaculares, debian estar deliciosos, besitos desde londres
que combinación, pastelitos con literatura!!
las fotos divinas!
tu blog promete!
besitos
El libro parece que me puede gustar,pero los dulces...jajaja.
P.D:Todo normal.
Gracias!
Qué alegría me habéis dado!
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