sábado, 25 de junio de 2011

Todo es provisional

Juan Marqués es un zaragozano nacido en 1980 y licenciado en filología hispánica. Ha sido becario de la Residencia de Estudiantes de Madrid hasta el año 2009 y actualmente trabaja en el equipo de esta institución. Allí está finalizando su tesis doctoral. Ha escrito Alrededor del sol, Un tiempo libre y Abierto, libro premiado con el Premio Internacional de Poesía “Gerardo Diego”. A este último pertenece el poema que me permito copiar:

Crujido

“En el pasado hay algo que no encaja,
un tren que descarrila en algún sitio
y desordena todo lo de hoy.

Su crujido nos llega amortiguado,
pero llega.

Desde entonces-concluye-
todo es provisional.”



Hay poemas que al leerlos parece que nos pertenecen, nos identificamos tanto con ellos, le damos una interpretación tan personal que los hacemos nuestros. Este es uno de los míos.

martes, 14 de junio de 2011

"¿Es placer o dolor?"




La archiconocida novela de James Joyce, Ulises, transcurre durante un día que se nos acerca, el 16 de junio. Su dos protagonistas Leopoldo Bloom (por eso Bloomsday) y Stephen Dedalus dan un paseo por Dublín en esa fecha. Joyce escogió ese día por ser aniversario de la primera vez que tuvo una cita con su esposa, Nora Bernacle.

Bloom es un judío irlandés que simboliza el Ulises y Dedalus a su hijo Telémaco, ambos buscan algo: el primero, a su hijo y el segundo, la dedicación a la escritura: Toda la acción se desarrolla en Dublín durante 24 horas y se conmemora todos los 16 de junio desde 1954 haciendo el mismos recorrido que estos hicieron. Este año incluso una estación de radio creada para la ocasión aportará material “jocyano” desde Nueva York. Podéis verlo aquí. Y, desde luego, mi admirado Vila Matas junto con los otros caballeros de la Orden del Finnegans, acudirán a la cita ineludible.
Joyce (1882-1941), que nació en una familia acomodada, se valió de algunas técnicas experimentales para describir situaciones reales: combinó la tradición literaria con su estilo único. Ulises es la novela que lo dio fama universal, es una novela compleja y polémica: muchos la consideran la mejor obra jamás escrita, otros no han conseguido terminar de leerla. Después de esta publicó Dublineses y Finnegans Wake.

Ulises está repleta de referencias gastronómicas: “Caliente vapor de sopa de cabeza de ternera y vaho de bollos con mermelada recién sacados del horno brotaban de Harrison. El pesado efluvio del mediodía le cosquilleó al señor Bloom la parte alta de la garganta. Para hacer una buena repostería hace falta mantequilla, azúcar de caña, o si no, lo notan con el té caliente. ¿O viene de ella? Un golfillo descalzo estaba sobre la reja inhalando los vapores. Así mata el roer del hambre. ¿Es placer o dolor? Comida de a penique. Cuchillo y tenedor encadenados a la mesa.”

“Picante cabeza de ternera rabo de buey sopa al curry. Yo también tengo hambre. Migas de repostería en la pechera de su vestido: un toque de azúcar harinosa pegado a su mejilla. Pastel de ruibarbo con abundante relleno, rico interior de fruta”.

Joyce utilizó la tradición para dar una vuelta de tuerca, para dar un giro, para renovar, según el mismo dijo, su obra iba:  “a mantener entretenido a los catedráticos durante siglos”. A su manera, me he decidido por unos típicos “scones” muy conocidos en la gastronomía del Reino Unido (parece que su origen es escocés) acompañados con jamón, higos y mermelada de cebolla. La tradición renovada, combinación española y británica, mezcla agridulce: ¿es placer o dolor?

domingo, 5 de junio de 2011

La alegría de vivir

Van Gogh (1853-1890) era un pintor postimpresionista del quien todos conocéis algunos de sus problemas. El equilibrio era precisamente lo que le faltaba a Vicent: tenía personalidad bipolar y epilepsia. Podía pasar de la euforia a la tristeza, con una enorme rapidez: en un día visitaba todos los estados anímicos. Su salvación estaba en su trabajo: cuando pintaba la melancolía se esfumaba con los trazos del pincel y entonces todo se volvía enérgico y optimista.

Como los girasoles que recorren los estados de su vida en solo un día, como los girasoles que se salvan gracias al sol, el Sol, que los alimenta y los cuida. Como ellos que son cortados en su plenitud, Van Gogh se suicida en el momento culminante de su existencia. Quizás por ello el pintor holandés les dedicó tantos lienzos a estas plantas. Repetía el mismo tema en infinidad de lienzos, esbozos, dibujos; concebía sus cuadros de la misma manera porque necesitaba crearse una familia; por eso, también le preocupó tanto la amistad y sentirse rodeado de seres queridos.
El primer lienzo de girasoles que realizó es bastante curioso: no se trata de un cuadro de flores decorativo sino que aquellos aparecen cortados y ni siquiera parecen lo que son. Se representan tumbados, son potentes e inquietantes. Aquí comienza el recorrido de Vincent recorrido hacia la brillantez y el color. El "tournesol" viene a representar a Dios como fuente de vida, como poder y misterio de la naturaleza. Van Gogh comienza a perseguir ese color abrasador, como  Frida Kahlo decía: “el color de la locura”.
 Y desde que pinta ese lienzo su vida será un proceso tormentoso, pasando por extremas y diferentes situaciones; por eso, cuando empezaba a caminar solo, a ser un hombre de éxito decide pegarse un tiro. Era el 27 de julio de 1890.

Van Gogh era un realista atado a la naturaleza que entendió que había otras formas de captar su entorno y la realidad del mundo, no solamente con los ojos, también con los demás sentidos y, por supuesto, con entusiasmo.

Con estos pastelitos de canela podemos sentirnos iluminados por el Sol, acogidos por la naturaleza e inundados por un sentimiento de euforia, porque tenemos muchas forma de percibir las cosas: solo se necesita una segunda visión alimentada e iluminada por la sensibilidad y las emociones de una existencia vivida al máximo: alegría de vivir, entusiasmo.