domingo, 7 de octubre de 2012

Silencio, se cocina




Mademoiselle Chambon. Une affaire d’amour. es una película francesa estrenada en el año 2009 en Francia (a España llegó en el 2011) dirigida por Stéphane Brizé y protagonizada por  Sandrine Kiberlain y Vincent Lindon. Se trata de una pequeña historia en todos los sentidos: Jean es un albañil y un buen hombre que conoce a Mademoiselle Chambon, la maestra de su hijo. Entre ellos se establece una relación “silenciosa” basada en los gestos y en las miradas que contrapone dos formas diferentes de ser: el un obrero de pueblo aparentemente feliz, ella una mujer refinada que procede de un mundo bastante diferente. Y con solo gestos y expresiones nos sentamos ante la disyuntiva entre los amores posibles e imposibles, ante la esperanza por un futuro diferente, ante la fragilidad, ante lo sensible y ante la belleza.


Me ha parecido muy llamativa esta forma de contar las cosas, de decir sin articular palabra, lo encuentro de una maravillosa delicadeza. Como digo, el silencio es parte protagonista del largometraje francés, silencio ante la mirada rotunda de Lindon (que podríamos calificar de ruidosa) a la mujer que quiere y sigilo en la inmensa soledad de ella.

Una de las escenas que se repite a lo largo de la película es la manera en que ella disfruta de un té ante si misma y sus sentimientos, pensando sorprendida ante un amor inesperado. Por eso, hoy toca deleitarse ante un simple té en la soledad de la cocina. Hay alimentos que nos invitan a eso, a pensar, a meditar y resolver nuestros problemas e inquietudes y por supuesto, el té es uno de ellos. Por otro lado, también existen lugares apropiados para ello, nada más relajante que la cocina para tomar algunas decisiones y poner en orden las ideas, al menos en mi caso.
Mucho de lo que somos tiene un reflejo significativo en nuestra relación con los alimentos, con la forma de tomarlos, comer en soledad o tomar algo solo, puede ser  un momento para descubrir más cosas sobre nosotros mismos. De la misma manera, si cocinamos solo para nosotros, nuestros sentidos son más libres y somos aquello que queremos ser; nuestra creatividad se incrementa y valoramos lo verdaderamente hermoso de la vida porque lo importante es que no elegimos las circunstancias sino la forma de hacerles frente.


16 comentarios:

Miriam dijo...

(Suspiro) ;)

Chef Aprendiz dijo...

Un sencillo té, pero tan hermoso como las fotografía que lo acompañan.

Aurélie dijo...

Un post muy bonito...
Es muy curioso el té, ¿de qué se trata?
Un beso,
Aurélie

Ernestina Causse dijo...

Aurélie es lo que se llama una flor de té. Se hace uniendo a mano hojas de té. Cuando se empapa de agua imita el proceso de nacimiento de una flor. Un beso

cristina dijo...

Como siempre esperando un nuevo post tuyo... y como siempre brillante sorprendente cuanta sencillez y cuanta inmensidad a la vez... comparto contigo la cocina, para mi lugar donde han pasado tantos momentos importantes de mi vida.. gracias por esta maravilla sin duda próxima película para ver

Kako dijo...

me encanta...

Mayte dijo...

Eres una delicia...

Judith dijo...

que fotos más chulas!!! me encantan. petonets

Catypol dijo...

A veces el silencio es la mejor terapia al ruido, pero solo a veces.
Me gustado el trailer pero en mi caso creo que necesitaría más.
Un beso

Elena -delicious stories dijo...

Qué bonito!!!!!

Anónimo dijo...

Fotografía con poesía...Además esa flor que parece como una rosa de Jericó me hizo pensar cuando te metes bajo de agua y empiezas a escuchar el silencio sordo pero inquieto del agua.

margot dijo...

Me ha gustado mucho tu post!
Deberíamos hablar con nosotros mismos mucho mas...
La foto preciosa
Besos

Gourmenderies dijo...

Oooh!

Ernestina Causse dijo...

Mil gracias a todos. Un beso

M. Ángeles (Secocina) dijo...

No venía desde antes del verano y ya me arrepiento. Me fascinan tus posts y tus fotos. Ya sé que repito, pero... Mejor el silencio. ¿Sabes que la frase "silencio se cocina" es la que tenía en la cabeza cuando puse nombre a mi blog?
Besos

Kintzu dijo...

jo!...muy buena pinta tiene esta película, tengo que verla; y muy bien traida la relación que haces en este artículo tuyo con el té. Ciao bella!

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