La letra con salsa entra os espera aquí. |
miércoles, 14 de diciembre de 2016
sábado, 23 de julio de 2016
Nos espera septiembre
Poco a poco nos vamos adentrando en la
profundidad del verano, un verano cada vez más amarillo, aunque sabemos que en
septiembre llegarán nuevos colores, nuevos olores y sabores. En septiembre
comienza una nueva etapa, sí, otra más de este blog; cambiamos imagen y con el
cambio llegarán, no tengo dudas, tiempos más luminosos.
La amistad
es una suerte de luz, un sentimiento fuerte e intenso que te une a una persona
con la que compartes muchas cosas pero que también comprende y acepta vuestras
diferencias, sin que ese lazo tenga que cambiar por ello. Ya lo decía
Goytisolo:
Como la piedra, amigos,
como el canto rodado,
en perpetuo combate
con el agua y los años.
como el canto rodado,
en perpetuo combate
con el agua y los años.
Sí, sed como la piedra,
como el canto rodado:
puros y resistentes,
terribles, obstinados.
como el canto rodado:
puros y resistentes,
terribles, obstinados.
Pues yo tengo la suerte de confiar en unos pocos
amigos, seres luminosos que me acompañan en los buenos y malos ratos, siempre
“terribles, obstinados”.
Y hablando de amistad, una siempre se alegra de
las cosas buenas que les pasan a ellos porque sé que lo compartirán conmigo. Es
el caso de dos amigos “virtuales”: los chicos de Libros con Miga y la “plumilla”, como a ella le gusta
llamarse, Pilar Calleja. Todos están de
enhorabuena; los primeros por la revista PAN; una
maravilla “panarra” que ha salido a la luz recientemente, allí encontrarás todo
lo que quisiste saber sobre pan y nunca te atreviste a preguntar. La segunda
por Planeta
Vino una excelente revista a la que podemos llamar libro, en la que
disfrutaras de “cosas que hay que saber para entender del vino actual”.
Por eso, os dejo un hermoso pan de centeno
newyorkino (receta
en la revista) y una copa de vino, para que brindemos por esos seres que
nos alegran y nos facilitan la vida. Por la amistad y por una vuelta del verano
con fuerza renovadas.
Os espero con novedades en septiembre (ahí va un adelanto), disfrutad
de las vacaciones.
Etiquetas:
Libros,
librosconmiga,
Literatura,
pan
domingo, 10 de julio de 2016
Todo es tan verde
"Todo es verde” dice ella. Mira que
verde es todo Mitch. Cómo puedes decir que sientes todo eso cuando fuera todo
es tan verde.”
Esta es una frase de un cuento corto
(apenas tiene dos páginas) incluido en La niña del pelo raro escrito por
Foster Wallace que podéis encontrar aquí. Los protagonistas de la historia son una pareja que
parece estar en los últimos momentos de su relación, pero quién sabe, si fuera
todo es tan verde.
David Foster Wallace era un escritor
estadounidense acechado siempre por la depresión; terminó suicidándose el doce
de septiembre de 2008. Su obra más conocida quizás sea La broma infinita,
aunque también destacan en su trayectoria La
escoba del sistema, Hablemos de langostas y, por supuesto, La
niña del pelo raro. Me atrae su forma de escribir y mezclar temas serios
con otros banales, su personalidad depresiva, su forma de resolver la vida... Un poco quizás como los colores, que nunca sé demasiado bien por qué me atraen en determinados momentos, pues, aunque todos tenemos un color preferido, hay días y días: verdes, azules o blancos, grises, malvas o negros… Están los colores de la infancia, tan alegremente chillones, y los de la juventud, que se tornan dorados; colores del entusiasmo y del fracaso; lo que no hay—no tengo duda—es una vida sin colores.
Muchas veces entendemos los colores
según nuestro estado de ánimo; otras, con los ojos de las personas que amamos.
Hay veces que el color de una comida nos provoca rechazo; otras, nos
abalanzaríamos sobre ella sin dejar ni rastro del delicioso manjar.
Hoy os traigo una refrescante —por el color y el sabor— crema veraniega; muy
verde: casi todos sus ingredientes son verdes y sabe a verde, riquísima aunque
para mí estos días tenga un sabor
amarillo. Espero que la disfrutéis. También de los colores.
Etiquetas:
Libros,
Literatura,
Salado
sábado, 25 de junio de 2016
Todo es amarillo
|
Etiquetas:
Dulce,
Libros,
Literatura,
Poesía
domingo, 5 de junio de 2016
Morado: una paradójica alegría
"Las imágenes no son meras representaciones, son
ideas en si mismas” ¿Qué idea puede representar unos lirios morados? ¿Qué puede
querer decir una comida morada?
Van
Gogh no hizo sólo una pintura sobre lirios, hay varios lienzos con estas flores
como protagonistas: bodegones sobre fondo amarillo, lirios solos, jarrón con
lirios, los lirios… El artista holandés comenzó a hacer estas representaciones
cuando se encontraba internado en el manicomio, inspirado por los enormes
jardines que rodeaban al edificio. Pintaba todos los días.
Todos
sabemos de la personalidad atormentada de este autor y nos preguntamos
¿qué pasaba por la cabeza de Van Gogh cuando realizaba estos cuadros? ¿Son
estas pinturas de lirios una mera representación de los lirios, o son ideas en
si mismas?
El
color es muy importante para Van Gogh, que cambió radicalmente cuando empezó a
relacionarse con la vanguardia francesa y fue modificando su estilo poco a
poco, desde sus primeros cuadros, un tanto tenebristas, a otros llenos de vivos
colores. De manera que no pinta la realidad, sino su impresión de la misma; por
eso, muchas veces me pregunto:¿es real lo que estoy viendo? ¿o la
impresión que tenemos de la realidad es la realidad misma? Sólo accedemos a lo
real a través de nosotros mismos, quizás por eso decimos que sí pinta la
realidad, pero hay muchos mundos en este mundo y un artista es quien es capaz
de hacer ver a los demás otro mundo.
Así, yo
también escribo y fotografío mi impresión de la realidad, quizás algo
distorsionada en los últimos tiempos, de ahí la poca intensidad del morado.
¿Qué significa el morado? En muchos casos se asocia con el luto, sin embargo,
en la pintura de Van Gogh –y en la receta—no parece un color de duelo, sino que
recuerda la belleza, la serenidad, un mundo interior lleno pero que no explota,
sino que se abre permitiéndonos acceder a una dimensión diferente de la real.
Mi realidad es una mezcla de cosas: un puñado de entusiasmo, una mijita de
pesimismo, un buen trozo de belleza y un plato lleno de energía y fuerza.
¿Diriáis
que Los lirios es una obra triste? Es una alegría otra quizás no tan
ruidosa como el amarillo ni tan serena como el azul, pero no tengo dudas de que
es una alegría. Algo semejante pienso de algunas recetas: ésta de hoy también
es alegre, pero tiene un matiz diferente que tal vez nos hace mirar más
adentro. No es un violeta apabullante, sino que este color se va mezclando con
la avena, el coco, el sirope de ágave, pero a medida que lo vamos comiendo, el
violeta aparece como una promesa de paz y bienestar. Disfrutadlo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)