Una
de mis palabras preferidas en varios idiomas
es deslumbramiento; en francés “eblouissement”; en inglés “glare” o
“blinding”. Es un exceso de luz y me suena a mirar al sol y tener que cerrar
los ojos porque te ciega; al brillo, a la alegría, a la vida . Esas sensaciones
nos las pueden ofrecer varias realidades: una canción maravillosa que no
podemos dejar de escuchar, un libro que nos obsesiona durante parte de nuestra
vida, los colores de una pintura o una receta que nos deja soñando por su sabor.
Hoy
os dejo con dos de mis últimos deslumbramientos: Reflektor de Arcade Fire y esta este “mazurek” de rosas. La canción
es principalmente eso: una especie de espejismo, de reflejo y reverberación,
como tantas otras cosas de las que hemos hablado, que nos devuelve una imagen
de nosotros mismos: “¿Te veré al otro lado? Estoy atrapada, atrapada en un prisma
de luz, sola en la oscuridad blanca. Solo somos un reflejo de un reflejo. Pensé
haber encontrado una manera de entrar pero era sólo un reflejo. ¿Te veré al
otro lado?” Es el deslumbramiento de la belleza que te sorprende en cualquier
lugar mientras vas con prisa. Es capaz de detener el tiempo.
Viene
a mi cabeza un reflejo de mí misma escuchando sin parar el primer álbum de
estos canadienses, Funeral (habitualmente
sus letras mezclan francés e inglés, también
en Reflektor), todo me gustaba
y algunas de sus canciones están entre mis favoritas: Une anée sans lumière o Neighborhood
#2. Después llegaron Neon Bible y
The Suburbs y nunca, nunca han decepcionado.
El
“mazurek” tampoco me va a decepcionar nunca, se trata de una receta polaca con
ingredientes base: harina, mantequilla, azúcar, almendras al que se le puede
añadir especias o cualquier otro ingrediente como recubrimiento. Este, en
concreto, lleva mermelada de rosas, almendras fileteadas y pétalos de rosa.
Como la canción, un deslumbramiento. Es
brillo, es alegría, es vida; no es sólo un reflejo.
El “
mazurek”, la canción o cualquiera de las realidades a las que me refería puedes
hacernos disfrutar en cualquier momento, podemos vernos sorprendidos por el
exceso de luz. Hasta en este otoño puede ser primavera.