Pasta brisa
Cerezas
Media taza de azúcar
Media taza de harina
Con un vaso o cortapastas hacemos un círculo que será la base de nuestros pastelitos. Los colocamos en un molde para magdalenas e intentamos subir la masa con un vaso de tubo. Añadimos las cerezas, previamente deshuesadas, y una o dos cucharaditas de la mezcla de azúcar y harina.
Volvemos a cortar otra circunferencia de pasta brisa para colocar encima, añadimos un poco de azúcar en la parte superior. Lo dejamos en el horno a unos 180ºC durante 15 o 20 minutos.
Volvemos a cortar otra circunferencia de pasta brisa para colocar encima, añadimos un poco de azúcar en la parte superior. Lo dejamos en el horno a unos 180ºC durante 15 o 20 minutos.
Cerezos en flor
Cerezos en flor fue estrenada en 2008 y dirigida por la alemana Doris Dörrie, la película fue ganadora de la Aguja de Oro del Festival de Seattle y candidata al Oso de Oro en Berlín y a la Espiga de Oro en Valladolid. Dörrie nació en 1955 y también ha trabajado como productora y escritora aunque es conocida en gran medida por su filmografía en donde destaca además de la que hoy nos ocupa, Hombres y Nadie me quiere.
En Cerezos en flor los protagonistas son un matrimonio que realizan un viaje para visitar a sus hijos. Durante su salida uno de ellos muere y a partir de entonces el fallecido habita en el vivo, quien se encargará de llevar a acabo el más preciado sueño de su pareja durante toda una vida: viajar a Japón y estudiar la danza “butoh”, la danza de las sombras (una metáfora de la vida: intentamos desprendernos del dolor a través de la danza y encontrar un cuerpo nuevo); y de esa forma compartirlo los dos.
Es una película basada en la cotidianeidad, en los pequeños detalles que muchas veces se nos pasan de largo, disfrutar de la vida, de lo efímero, de lo fugaz, como la flor del cerezo. Todo ello viene acompañado por una reflexión sobre la huella (o la sombra, como la danza “butoh”) que las personas que nos dejan ejercen sobre nosotros. Se transmite con ternura la soledad que nos inunda y la confusión que nos acecha, aunque también es posible verlo como un nuevo comienzo…
Hablamos de una historia intimista y lírica donde no existe una trama intrigante, ni grandes sobresaltos; solo es el paso de la vida y también un canto a la belleza, a lo transitorio, a lo cotidiano, a los detalles que podemos apreciar todos los días si prestamos un poco de atención y que se reflejan en la fantástica labor de fotografía.
Hablamos de una historia intimista y lírica donde no existe una trama intrigante, ni grandes sobresaltos; solo es el paso de la vida y también un canto a la belleza, a lo transitorio, a lo cotidiano, a los detalles que podemos apreciar todos los días si prestamos un poco de atención y que se reflejan en la fantástica labor de fotografía.
9 comentarios:
Hmm, menuda delicia.
Me da tanto miedito el dulce...
Tú lo haces superfácil.
Gracias y feliz finde ;)
Que estupenda receta y que estupendas fotos, no he visto a la peli pero tu critica invita a hacerlo...un besito
Linda, me gustan tus entradas por la combinación de film/libro-receta. Yo tampoco he visto este film así que uno más a mi lista.
Y la presentación de esos pastelitos es adorable!
Hermoso título de post. Riquísimos pasteles y hermosas fotografías.
Voy a ver si encuentro la peli...y mientras, me llevo los pastelitos...
Un abrazo,
me ha encantado la receta, pero lo de deshuesar las cerezas...¿hay alguna manera fácil? lo voy a intentar, porque me ha gustado mucho, lo demás es sencillo y ha de estar muy bueno!
besos
Me encanta este pastelito! Las cerezas son mi perdición.
Un abrazo.
Muchas gracias sinceramente a todos.
A Antonia: puedes encontrar un deshuesador en ferreterías aunque también puedes hacerlo con las manos.
Un beso
Que gusto tienes cocinando y fotografiando, estos pastelitos de cereza son divinos! me encantan tus recetas!!! un beso guapa
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