Sí, nos
ha alcanzado la primavera. Veíamos cómo
se acercaba anunciándose de forma sutil: con una vigilante delicadeza, concediéndonos
cada día unos segundos más de luz, un sol más enérgico, las flores de un
almendro. Es el renacer, el ciclo inexorable de la vida del que brota savia nueva
con su proclama de esperanza: aún
estamos a tiempo, todo es posible, todo se hará realidad esta primavera.
La
primavera es un mensajero, y todo ángel
es terrible, pues lo hermoso no es otra cosa que el comienzo de lo terrible.
Estos versos me han asaltado mientras leía el fantástico libro de Modris, La consagración de la primavera (porque
aunque el libro nos habla de la tierra que no florece, si no que entierra a los
muertos, de gas y no niebla, de cómo huyen todos los pájaros…; a pesar de eso,
también leemos como el hombre crea belleza de las cenizas y cómo nuestro
mundo--el moderno--no nació sin dolor). Así, por supuesto, es imposible olvidar el: “Allí donde está el
peligro, crece también lo que nos salva” de Hölderlin. El peligro hizo crecer lo que nos salva. Aunque
la mano del hombre se empeñe en destruirlo, después siempre aparece lo nuevo. Y
sé que va a llegar, como un soplo de aire fresco.
Han
sido unos meses de descanso, de hibernación, pero ha llegado la primavera y,
como decía, aún hay esperanza. A pesar de lo peor, a pesar de la guerra, de las
heridas incurables todavía queda la primavera, el renacer, una vida nueva y
bohemia. Porque “irremediablemente,
siempre, siempre, la más honda verdad es la alegría”
¿Hay
algo más alegre que un buen salmorejo? Me he decidido por él, aunque a estas
alturas, estoy convencida que todos sabéis hacerlo, porque es la tierra-el
tomate, es la vida-el pan, es la alegría-el aceite, y el peligro… sino puedes
parar de comerlo.
Volvemos,
sí, a por lo nuevo. Y es el futuro el
que hoy nos alcanza.
3 comentarios:
ah.. el salmorejo... divina vuelta la tuya... mi marido hace un salmorejo que es la muerte... nada que envidiar a Córdoba... tengo ganas de verte....
nunca he hecho salmorejo, siempre me decanto por el gazpacho, pero me parece que tendré que considerarlo ;) besitos
Y tú por fin has vuelto. Me alegro, porque nos haces disfrutar con tus palabras y con tus fotografías.
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