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Como ya hemos dicho otras veces, el color y la luz también nos alimentan; por eso esta tarta llena de colores nos anima a disfrutar, y no solo del sabor. Una receta que nos invita a salir, a deleitarnos con la naturaleza, con el exterior, a romper la monotonía, incluso la del tiempo libre: comer al borde del Sena... Se trata, además, de algo diferente: tomates, pero no los habituales: rojos, verdes, negros, naranjas y amarillos; una composición de luces y sombras como la pintura que hoy os presento: una celebración de la vida.
Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte es la obra más representativa de Seurat (1859-1891), un pintor considerado postimpresionista y “específicamente” puntillista. El Postimpresionismo es una corriente posterior al Impresionismo en la que destacan artistas tan conocidos como: Cézanne, Van Gogh y Gauguin; también Seurat y Signac, los dos a los que podemos considerar puntillistas.
El Puntillismo, también llamado Divisionismo, consiste en la yuxtaposición de pinceladas de color puro que dejan al espectador la libertad de combinar esos colores. Por eso, estos artistas postimpresionistas son grandes amantes de la representación del paisaje, porque es donde mejor se pueden estudiar los efectos de la luz y sus juegos cromáticos; por ejemplo, ¿no os ha sorprendido siempre la genialidad de estos maestros para la representación de la sombra?
Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte ,a simple vista, es la representación de un paisaje, un lugar de la naturaleza que puede llevarnos a pensar. La Grand Jatte es una isla al lado del Sena, entre La Defense y Neully que durante los años finales del siglo XIX fue un paisaje totalmente bucólico. Eso es lo que contemplamos en el lienzo: un paisaje idealizado compuesto por unos personajes inmóviles (a pesar del puntillismo), cada uno de ellos disfruta de su descanso, y nos invita a ello; se trata de una celebración de las vacaciones, del reposo, del asueto. Y es quizás esa inmovilidad la que nos conduce a la serenidad, a la sensación de tranquilidad, de reposo y despreocupación. Las figuras cobran volumen y se acercan tanto a los grandes maestros renacentistas (como Piero Della Francesca) como a las nuevas vanguardias abstractas (cilindros, conos, cuadros).
Según algunos autores la obra tenía un significado oculto representando algunas prostitutas en la orilla y soldados en el centro del lienzo; aunque las sensación que nos queda es la sugerencia que el cuadro nos hace: disfrutemos de la despreocupación, de la quietud, del sosiego y la calma de estos ansiados días de vacaciones. Estamos en “el domingo de nuestras vidas”, vayamos a celebrarlo. Felices vacaciones a todos.