Poco a poco nos vamos adentrando en la
profundidad del verano, un verano cada vez más amarillo, aunque sabemos que en
septiembre llegarán nuevos colores, nuevos olores y sabores. En septiembre
comienza una nueva etapa, sí, otra más de este blog; cambiamos imagen y con el
cambio llegarán, no tengo dudas, tiempos más luminosos.
La amistad
es una suerte de luz, un sentimiento fuerte e intenso que te une a una persona
con la que compartes muchas cosas pero que también comprende y acepta vuestras
diferencias, sin que ese lazo tenga que cambiar por ello. Ya lo decía
Goytisolo:
Como la piedra, amigos,
como el canto rodado,
en perpetuo combate
con el agua y los años.
como el canto rodado,
en perpetuo combate
con el agua y los años.
Sí, sed como la piedra,
como el canto rodado:
puros y resistentes,
terribles, obstinados.
como el canto rodado:
puros y resistentes,
terribles, obstinados.
Pues yo tengo la suerte de confiar en unos pocos
amigos, seres luminosos que me acompañan en los buenos y malos ratos, siempre
“terribles, obstinados”.
Y hablando de amistad, una siempre se alegra de
las cosas buenas que les pasan a ellos porque sé que lo compartirán conmigo. Es
el caso de dos amigos “virtuales”: los chicos de Libros con Miga y la “plumilla”, como a ella le gusta
llamarse, Pilar Calleja. Todos están de
enhorabuena; los primeros por la revista PAN; una
maravilla “panarra” que ha salido a la luz recientemente, allí encontrarás todo
lo que quisiste saber sobre pan y nunca te atreviste a preguntar. La segunda
por Planeta
Vino una excelente revista a la que podemos llamar libro, en la que
disfrutaras de “cosas que hay que saber para entender del vino actual”.
Por eso, os dejo un hermoso pan de centeno
newyorkino (receta
en la revista) y una copa de vino, para que brindemos por esos seres que
nos alegran y nos facilitan la vida. Por la amistad y por una vuelta del verano
con fuerza renovadas.
Os espero con novedades en septiembre (ahí va un adelanto), disfrutad
de las vacaciones.