domingo, 10 de abril de 2016

¿Cómo es posible comer cosas blancas?*


¿Qué es una obsesión? Según la RAE es una "idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud." La historia de una obsesión es el subtítulo del libro que he estado leyendo estos últimos días, El oro blanco. Historia de una obsesión. 


¿Puede alguien volverse loco por algo? ¿Puede un material como la porcelana guiar nuestra vida? Sí, si no descubrimos su secreto; es decir, si nos equivocamos. Si repetimos una y otra vez, si a veces las cosas no salen bien, si no nos rendimos nunca...


Edmund de Waal no se ha rendido nunca con la porcelana y aún hay piezas que no cuajan del todo, que no le salen bien. Parece que escribir sí se le da bien: publicó en Acantilado en el 2012 La liebre con ojos de ámbar y ahora, éste tiempo después llega con este nuevo volumen en el que nos   encontramos una mezcla de historia, crónica, libro de viajes y autobiografía; todo en uno y con un protagonista: la porcelana, esa obsesión que va creciendo a medida que nos sumergimos en el libro. El escritor inglés se considera, fundamentalmente, ceramista, ése es su oficio y a ello le dedica la mayor parte del tiempo. 


En El oro blanco de Waal nos lleva de viaje a China, a la Europa del siglo XVII, e incluso a la Alemania nazi donde también había lugar para la belleza.  Desde el nacimiento de la porcelana y hasta las últimas piezas fabricadas (os recomiendo que visitéis la página web del autor, hay auténticas maravillas hechas por él), el libro hace un repaso por esa obsesión con el blanco, por el oro blanco. Ciertamente, el blanco es un color obsesivo: lo es todo, es el principio, el fin y dentro de él están todos los colores, incluso puede ser el negro más profundo. En el principio era el vacío, el caos. Ese vacío oscuro, lugar de caída y de vértigo, se rompió y dio origen a la luz, a la creación. Kandinsky decía que del blanco sale un gran silencio, pero ese silencio no está muerto, sino lleno de posibilidades. 


Estas bolitas de coco son tan frágiles como la porcelana, pero tienen una potencia fuera de lo normal, gracias a sus ingredientes.  Blancas por fuera y de oro por dentro, nos prometen disfrutar de un bocado sano y delicioso. 


*El título del post procede de una pregunta de los hijos del autor: ¿Cómo es posible hacer cosas blancas? De Waal contesta que el blanco es un modo de volver a empezar, no es cuestión de buen gusto, hacer cosas blancas es una forma de volver a empezar, de encontrar tu camino, ruta y rodeo hacia ti mismo… Pues eso


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