En la última entrada de este blog hacía referencia a mi incapacidad para
decidir en algunos aspectos de la vida; no se trata simplemente de un rasgo de
mi carácter, sino también de la continua avalancha de información a la que nos
vemos expuestos.
Por eso, cuando traigo algo aquí es sólo
aquí, no me gusta mezclar las cosas, y estas suelen ser muy especiales para mí. Adoro
a Nina Simone desde hace mucho tiempo e intento prestar atención a todo lo que
leo y escucho sobre ella. Había leído aquí y allá maravillas sobre un
documental de su vida, nominado a los Oscars de este año, justo en esa
categoría y, con voracidad, me lancé a buscarlo.
El comienzo del documental me parece
espectacular, espeluznante y lleno de emoción, porque aparecen escenas del
concierto que la cantante dio el 3 de julio 1976 en Montreaux (yo aún no
había nacido) después de haber pasado unos años en África. Un concierto
verdaderamente sobrecogedor (podéis verlo aquí). A partir de ahí ya podemos rendirnos ante la figura de esta mujer […]
y no quiero decir mucho más porque realmente os lo recomiendo. Los dos:
concierto y documental. ¡Tenéis que verlos!
Siempre me abruman los personajes que se
transparentan, quiero decir, la gente de la que podemos adivinar su dolor a
través de sus gestos, su cuerpo, su rostro y sus arrugas. Eso es lo que
se descubre en los dos documentos gráficos que os propongo.
Se descubre que en El viento es
salvaje, Nina está deseando volar porque su amor es como el viento y,
aunque ella no lo sabe, es la vida misma.
Pero se da cuenta de que hay Otra
mujer, que como ella, al final pasará toda su vida sola.
Aunque en realidad, todas somos una, y
una somos todas: cuatro mujeres que son la misma. Nina era muchas mujeres en
una sola.
Por eso, Nina canta fuerte que Mañana
es su turno, no más dudas, ni más temores, su suerte está volviendo porque La
primavera está aquí y su corazón quiere ir a bailar.
Todo esto me ha hecho pensar en el dolor
y en las mujeres fuertes; también en la entrada anterior y en la voluntad
de perder cosas, conscientemente... buscar la libertad. Nina buscó
desesperadamente, y a lo largo de toda su vida, la libertad: quiso ser libre
con mayúsculas y lo consiguió cuando se desprendió de todo.
La receta de hoy es una mezcla de todo
esto: salado y dulce, verdura y fruta; el toque exótico del curry también nos
acerca Nina y, sobre todo, la desnudez: la libertad de poder hacerlo y que esté
rico.
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