miércoles, 12 de diciembre de 2012

A dos manos


                                                                                                                                    En el invierno viajaremos en un vagón de tren
                                                                                                                                            con asientos azules
No más tuppers de mamá es el nombre de un fantástico blog en el que Carlos desarrolla toda su creatividad y su gusto por la cocina. Admiro mucho su actividad constante en el blog  y su capacidad para reinventar algunos platos tradicionales junto con tros innovadores, además siempre acompañados por una selección musical fantástica. Recientemente, por cierto, es la "comidilla" de todo el mundo "gastronómico-blogueril"; mi enhorabuena por eso. Bueno, este chico, es tan creativo que me hizo una proposición interesante: hacer un cadáver exquisito, pero  gastronómico. El cadáver exquisito es un juego en el que se unen palabras o imágenes por parte de diferentes personas hasta formar una historia; en este caso hemos elegido ingredientes y cada uno hará una receta. Los ingredientes son: canela, miel, pasas, nueces, cacahuetes, naranja y jengibre.

Después de pensar un poco, me di cuenta de quienes eran los primeros que habían utilizado el cadáver exquisito, los surrealistas, en concreto, Rimbaud. Jean Nicolás Arthur Rimbaud  es uno de los grandes poetas franceses. A los 15 años comenzó su relación con la poesía; poco después abandona el seno familiar y comienza una vida tormentosa que lo llevará  de un sitio a otro. El joven Rimbaud no conocerá descanso, de hecho, sus amigos se refieren con frecuencia a él como el hombre de las suelas de viento. Una de las personas más influyentes para Rimbaud fue Verlaine a quien envía una carta con sus primeros poemas, entre ellos, El barco ebrio, Verlaine le responde con un billete a París. Mantienen una relación tan intensa y turbulenta que termina mal, incluso Rimbaud llega a disparar a Verlaine, que había abandonado a su esposa para compartir vida y aventuras con el jovencísimo poeta.


Hay un momento de ruptura en la vida de Rimbaud: deja Francia y se embarca, parece ser, hacia el norte de Europa, pero acaba encaminando sus pasos hacia Egipto, tal vez huyendo de su turbulento pasado. Acaba recalando en Chipre, donde encontrará trabajo como encargado de una cantera de piedra en Potamos Liopetriou, cerca de Larnaca (Chipre). Después de varias idea y venidas regresa a Chipre donde consigue un trabajo como capataz de una obra, salé de allí precipitadamente tal vez por matar a un obrero accidentalmente. Para entonces, ya había abandonado la poesía y su intención era ganar suficiente dinero para poder dedicarse a a esta al fin de su vida. Lamentablemente (aunque ganó bastante dinero como traficante de armas), un dolor en su rodilla degeneró en un carcinoma y murió a los 37 años. Hay algo enigmático en la existencia de este hombre, que con veinticuatro años, en plena juventud y en pleno éxtasis creativo, decide abandonar su mundo e iniciar una vida nueva, diferente. Sin duda en sus primeros años había dado suficientes quebraderos de cabeza a su familia, especialmente a su madre, y tal vez quiso cambiar para no hacer sufrir más a los que le querían. De hecho, sus últimos años en Francia, tras el inicidente y la detención en Inglaterra, parecen no tanto un fracaso, cuanto un continuo asomarse en el abismo. Quizás vio algo al fondo de ese abismo…se hace duro imaginar sus dos años finales.

Rimbaud no habla mucho de comida en su correspondencia puesto que le acosaban necesidades más urgentes; sin embargo, allí donde fue, como dan testimonio sus cartas, se interesó por la población autóctona y sus costumbres. Sin duda en Chipre probó platos de la comida tradicional como las serpentinas de hojaldre con frutos secos; un postre tan excesivo como Rimbaud, como su vida y con todos los ingredientes de nuestro cadáver exquisito.






























17 comentarios:

Mi toque en la cocina dijo...

Una propuesta de lo más original esto del cadáver exquisito. No conocía la historia de este poeta y, aunque trájica, ha derivado en una receta deliciosa y nada complicada así que me la apunto.
Un besito desde Las Palmas.

Carlos dijo...

Me ha gustado todo, desde el título hasta la historia. De la receta no hablo, creo que sobran las palabras. Bueno, miento, sí hablo. La pasta filo es una auténtica delicia y te has ganado mi admiración eterna por usarla. Me has sorprendido con este postre chipriota. Me has sorprendido muy gratamente, claro.

Catypol dijo...

Todavía me acuerdo cuando "jugábamos" a cadáver exquisito en la escuela de diseño, que bien me lo pasaba, claro que eran ilustraciones y no comida, pero me encanta igual, a dos manos o a tres. Genial guapa!
Besitos

Coses de Llàbiro dijo...

Una serpentina que te da energía para horas.
Besos.

Miss Migas dijo...

Me parece súper interesante lo que nos cuentas de Rimbaud, no conocía eso. Lo del cadáver exquisito también es la primer vez que me lo dicen, tendré que investigar un poco sobre ello...
La receta estupenda, como siempre.
Besotes

Mayte dijo...

Tuve una época en que solo hacíamos cadáveres exquisitos, tanto en poesía como en relatos cortos...era divertido y enriquecedor ver como la imaginación conjugada de personas distintas logra un fin común lleno de belleza, el último que participe fue en vivo...y tenía unos nervios de componer al hilo sin oportunidad de pensar sobre papel, vaya nervios, pero gastronómico nunca lo había escuchado!!

Rimbaud que te puedo decir...me toca la fibra como estas serpentinas hojaldradas deliciosas...

Un beso enorme!!

Chef Aprendiz dijo...

Me ha gustado mucho esta receta. Y las fotografías. Ahora iré a mirar la otra parte de ese cadáver maravilloso que habéis hecho juntos. Felicidades.

Pilar. Cook and Spoon dijo...

Una propuesta muy interesante y original. La serpentina ¿Qué se puede decir? Invernal, deliciosa y llena de sabores. Besos.

Kako dijo...

Vine solo a ver la receta y las fotos, hoy no puedo leerte!, pero volveré.
Besitos.

Aurélie dijo...

Linda, qué cautivadora forma de redactar, fotografiar y relatar...
Me he quedado presa hasta el final, gracias por deleitarme, un placer pasarme por aquí...
Besos,
Aurélie

Judith dijo...

buf! con la primera foto ya me has convencido! besitos

Susana dijo...

Interesante cadáver éste que nos muestras.

Petó

fresaypimienta dijo...

Qué delicia de bocado y tan especiado...me va a encantar hacerlo en casa! tus fotografías magníficas...como siempre! un besito

Luisa Morón dijo...

una delicia y me gustan muchos los ingredientes. Me encanta como siempre y no me canso de comentarlo, me gusta mucho sp. tus entradas y leerte. Bss y feliz navidad.

Mónica López dijo...

Debe estar delicioso!! Me encanta.
Felices Fiestas
Mónica

Mayte dijo...

Un abrazo con todo mi cariño....disfruta de estas fiestas Linda!!

Petiscos e Miminhos dijo...

yummy, que delicia de receita:)
beijinhos

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