“Esperad…, el sabor…y ya se escapa”
Rainer María Rlke
El gusto es uno de los sentidos, junto con el
olfato, más misteriosos y lo es por
su fugacidad y por la espera que necesitamos para disfrutarlo; debemos
esperar para que llegue el sabor. Por eso, también podríamos describirlo como
pasajero, transitorio, puesto que sería insoportable si lo sintiéramos siempre.
Todo esto aparece, junto a los demás sentidos, en
una de las más maravillosas obras de arte que nos ha dejado la Edad Media: el
conjunto tapices conocidos como La dama y
el unicornio (La dame à la licorne).
Me refiero a seis tapices que se encuentra en el Museo Cluny o de le Edad Media
en París, muy cerca de La Sorbona. Al parecer su origen es flamenco, están datados
en el siglo XV y hechos con hilos de lana y seda. Cada uno de ellos representa
un sentido: el gusto, el olfato, el tacto, el oído, la vista y el último tapiz
llamado À mon seul desir.
Todos estos tapices son misteriosos, todos son
enigmáticos, hoy nos concentramos en el gusto. En este la dama está flanqueada por el león y el unicornio, mira al periquito
que tiene en su mano izquierda mientras que toma un dulce (“friandise”,
golosina en francés) que le ofrece su sirvienta de un recipiente lleno. Le
acompañan también un perro y un mono. El paisaje está lleno de otros animales: otro
unicornio pequeño, conejos… El entorno llama la atención por su suntuosidad y
sofisticación, está recargado de flores
y animales; sobresale con una fuerza especial la dama, que con sus gestos
delicados y sugerentes parece estar flotando.
Esta imagen nos hace sentir la intensidad de un sabor, la fugacidad
con que nos conquista y nos incita a disfrutar del momento. Muchas veces la
ansiedad, los momentos de desesperación y el estrés no nos hacen pararnos a
pensar y a degustar un pequeño bocado. Bien merece la pena preparar con esmero
estas golosinas de tomate, porque el momento de placer que nos proporcionarán
quedará grabado en nuestros sentidos con una fuerza que otro día nos
sorprenderá y despertará en nosotros recuerdos… como sabía Proust.
Pero no nos engañemos: los sentidos no lo son
todo y À mon seul desir parece
avisarnos de ello porque como leimos en El
Principito: “On ne voit bien qu’avec
le coeur. L’essentiel est invisible pour les yeux”. (“No se ve bien más que con
el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos).
No puedo saborearlo, pero el sentido de la vista hace que se me active el del gusto. Me gusta la receta y me encantan las fotos.
ResponderEliminarBesotes!
Qué bonito quedó!!
ResponderEliminarhttp://juegodesabores.blogspot.com.es/
Un post fantástico, Linda...
ResponderEliminarFotos preciosas, tapices espectaculares, receta sencilla y refinada, colores perfectos y texto inmejorable!
Además, el tomate es para mí ideal para esta temática, por su color a juego con el tapiz, su ambigüedad entre fruta y verdura, dulce y ácido, por su olor tan azucarado y su textura carnosa y que explota en la boca, liberando su jugo... Le va de maravilla al tema de hoy.
Y el Principito, ya, es la guinda... :-)
Besos,
Aurélie
Una receta a juego con una obra de arte. Una receta impactante acompañada con unas imágenes de ensueño.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
¡Qué receta más original! Una mezccla perfecta. El contraste debe quedar fabuloso en la boca. Las fotografías son maravillosas, como siempre.
ResponderEliminarOhhhh que monada !!!!! me han encantado las fotografías de estos tomatitos dulces , estoy deseando probarlos porque realmente son una idea estupenda ! un besito
ResponderEliminarEl rojo es pura poesía, atrayente es un mírame y devorame que lentamente invita a todos los sentidos a probar, no deja indiferente tu receta, tus artícutlos ya lo sabes...me fascinan.
ResponderEliminarBesos.
Es deliciosamente perfecto para momentos de lujuria, preciosas fotos y el contraste de los sabores me los imagino muy ricos.
ResponderEliminarBesos
Eso lo hicimos en casa unas navidades.... pero creo recordar que iban rellenos con algo de vodka.... los recuerdo como algo rico y sorprendente... sí
ResponderEliminarLinda, siempre consigues embaucarme. Tanto con tus fotos como con tus palabras, qué tapices preciosos.
ResponderEliminarMe ha sorprendido muchísimo lo del caramelo abrazando al tomate, tengo que probarlo sin duda alguna.
Besos
Tus entradas son PURO ARTE!
ResponderEliminarAhhh!! qué cosa tan buena y tan vistosa!! es una idea genial!
ResponderEliminarLas fotos preciosas y los tomates riquísimos.
ResponderEliminarBesos.
Una idea estupenda, y tienen que estar riquísimos.
ResponderEliminarUna idea estupenda, y tienen que estar riquísimos.
ResponderEliminarOhhhhh maravillosa fotos, para unos deliciosos cherry.
ResponderEliminarMil besos
ACABO DE CONOCER TU BLOG Y ME HA ENCANTADO.UNAS FOTOS ESTUPENDAS.BSS
ResponderEliminarQué vicio de tomates!!
ResponderEliminarFeliz fin de semana!