Mariano Roldán nació en Rute (Córdoba) en 1932 es poeta de la llamada generación de los 50 aunque no es muy conocido en la actualidad. Ha trabajado como periodista y traductor siendo su ocupación principal escribir.
Comenzó su trayectoria con libros como Memorial en tres tiempos pero fue Hombre nuevo la obra por la que le dieron el Premio Adonais en 1961. Este pequeño libro, viejo y con mucha historia, ha llegado a mis manos recientemente. En él he encontrado algunos versos verdaderamente maravillosos que van a formar parte de mi particular archivo poético.
El poema que escribo a continuación es un ejemplo de lo que digo: en pocas palabras nos reconocemos como seres débiles, necesitamos la comida para vivir, el pan y este es esencial como alimento sanador, primordial y primitivo; un bálsamo que nos transmite su calor y aplaca nuestra tristeza.
Palabra diaria
Inmerecidamente,
te logro cada día.
Puedo, con tu carnal
fluidez, levantarme
del sueño, del hastío
levantarme a vivir…
Caliente pan, ordena
mi áspera ceniza;
no me abandones, aunque
se reseque mi lengua,
oh fresca levadura,
cotidiano refugio
de mi condena de hombre.
El pan puede ser como una poesía, como unos versos: en un momento dado tienen un efecto calmante que nos reconcilia con la existencia. El verso es una mezcla de palabras, algo básico que se transforma para presentarse como un conjunto deslumbrante. Igual que el pan: una mezcla de ingredientes base que se combinan y aparecen como un regalo, un resultado mágico y misterioso que nos lleva a recuperar el entusiasmo por la vida.
El pan de semillas es una receta que he tomado de Madrid Tiene Miga, un fantástico blog que me ha hecho aficionarme, más si cabe, a el fascinante mundo del pan. Gracias QJones.
El pan de semillas es una receta que he tomado de Madrid Tiene Miga, un fantástico blog que me ha hecho aficionarme, más si cabe, a el fascinante mundo del pan. Gracias QJones.
los panes con semillas son los más ricos! una fotos preciosas. Besitos
ResponderEliminarPrecioso poema. Y ese pan lo imagino crujiente y de sabor profundo. Genial para saltar de la cama y zampárselo con aceite y un buen café.
ResponderEliminarBesos,
Nikk
Me ha encantado tu pan de semillas, a mi me encanta hacer el pan co masa madre, su sabor es fantástico! muchos besos
ResponderEliminarEs una entrada preciosa homenajeando a algo tan sencillo y que me gusta tanto! Qué preciosidad!
ResponderEliminarQue maravilla de pan! me encanta! te ha quedado super rústico y con una corteza bien crujiente
ResponderEliminarMuchos Besos y feliz semana!
Tengo que probar algún día la receta de la masa madre para hacer el pan...de moomento disfrutaré con las fotografías de tu pan de semillas, que son fantásticas.
ResponderEliminar¡Qué casualidad!Yo tuve ese libro, pero ya sabe: Libro dejado (o prestado), perdido o estropeado.
ResponderEliminarMe gustan mucho los panes con semillas, este es delicioso. Bss
ResponderEliminarTiene que estar delicioso con las semillas y esas fotos hacen que te entre aún más por los ojos
ResponderEliminarNunca me he puesto con la masa madre y mira que me gusta el pan! Cuando hago siempre me decanto por recetas rapiditas...
ResponderEliminarBesos.
tiene un aspecto perfecto! yo tampoco me he atrevido nunca con la masa madre...
ResponderEliminarYa lo dije en otra entrada de pan,es que un cachito de pan, solo o con un poco de aceite de oliva está pa chuparse los dedos.Un saludo
ResponderEliminarGuau, esto si que me gusta, pan de semillas, tengo que enocntrar tiempo para hornearlo ya.
ResponderEliminarque pinta!!!! pero me falta tiempo para dedicarles los mimos que se merece el pan!
ResponderEliminarbesitos
Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado: me parece super original. Este pan me da ganas de ponerme a intentarlo!
ResponderEliminarun besito
Mil gracias.
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