Le ballon rouge (El globo rojo) es un cortometraje francés dirigido por Albert Lamorisse (1922-1970) en 1956. Lamorisse es conocido especialmente por sus cortometrajes, como por ejemplo del que os hablo, ya que consiguió la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar al mejor guión original.
El corto es una verdadera delicia: durante 34 minutos disfrutamos con la historia de un niño que por casualidad encuentra un globo rojo de camino a la escuela. EL globo lo va acompañar siempre como una suerte de amigo inseparable del que todos sus amigos tienen envidia. Hay escenas verdaderamente magníficas; por ejemplo, el encuentro con una niña que tiene un globo azul (curiosamente, la niña es la hermana del protagonista y ambos hijos del director).
Por supuesto, la película se puede interpretar de diferentes : el globo puede ser ese amigo al que me he referido pero también un sueño, una utopía que perseguimos sin descanso. Y, desde luego, nos recuerda a nuestra infancia, la patria perdida a la que volvemos cuando nos comemos un polo como este que os ofrezco.
Me emociona la sensibilidad, el cuidado y la delicadeza con que se narra la historia y el final sorprendente en el que claramente está inspirado la película Up. Los diálogos son escasos y solo escuchamos música del compositor Maurice Leroux y el sonido real de la calle, del maravilloso París que puede considerarse un personaje más.
Los veranos de mi infancia tienen mucho parecido con estas sensaciones: un escalón de mármol frío donde sentarme y mi polo sabroso y frío, un premio que me permitían después de haber dado cuenta de toda la comida; adoraba ese instante. El niño también tiene su premio, bien merecido. Al final… ¿siempre ganan los buenos.
Dejo ya de poneros los dientes largos, aquí tenéis un enlace para ver esta joya en versión original y con subtítulos en inglés. Lo del polo lo veo algo más difícil, pero a quien guste ya sabe donde encontrarme: se lo serviré encantada.
Me gusta mucho la sandía y cuando vi la película, me emocionó también; pero nosotros llamábamos pochicles a estos polos.
ResponderEliminarQue delicia de polo!!!! lo tengo que probar! un beso guapa
ResponderEliminarQue recuerdos de la infancia
ResponderEliminarPensé que eras sandía y resultaste calabaza.
ResponderEliminarAlgún día mi gato comerá sandía.
Qué bien! Estos días tengo pendiente de hacer polos de fruta con mi hija, a ver si le gustan!
ResponderEliminarBesos.
Tengo que bajarme ese cortometraje, me ha encantado lo que cuentas de él. Y esa receta de polos bien fríos la voy a copiar, aunque al no tener sandia lo haré con fresas :-)
ResponderEliminarUn abrazo,
No lo he visto y como siempre, ahora me has hecho entrar la curiosidad!
ResponderEliminarMe encantan los poloss!! este de sandía me chifla!!! que ganas de tomarme uno!!
ResponderEliminarMuchos besosss
Quiero mi polo ya.
ResponderEliminarqué preciosidad de fotos, es una entrada magnífica, en cuanto tenga un ratito, tengo que ver ese cortometraje ¡gracias!
ResponderEliminarMe encantan la sandia, asi que estos polos me encantaran linda. Cuando vaya al ikea compraré moldes para helados.
ResponderEliminarBesos
Gracias sinceramente a todos. Un beso
ResponderEliminarNo había visto este post aún y me encanta cómo has fotografiado la sandía y los polos, cada vez me gusta más tu blog.
ResponderEliminarwould LOVE to make these but I can't read Spanish! Would you put the recipe in regular text (not "picture" form) so that Google interpreter can translate? THANKS!! Looks good
ResponderEliminarThank you Nancy:
ResponderEliminarPoles of watermelon
500 gr of watermelon
100 gr of sugar
(Optional) mint
We mix all the ingredients and crush with the mixer(beater). We refill a few molds of pole with the mixture(mixing) (if we want we add leaves(sheets) of mint) and put to the freezer.
Once frozen we extract of the mold introducing them under the water of the faucet.
mmm que buenos estos polos! Me huelen a infancia!!! los polos de zumo y frutas despues de la pisci!
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