viernes, 20 de marzo de 2015

El futuro nos ha alcanzado






Sí, nos ha alcanzado la primavera.  Veíamos cómo se acercaba anunciándose de forma sutil: con una vigilante delicadeza, concediéndonos cada día unos segundos más de luz, un sol más enérgico, las flores de un almendro. Es el renacer, el ciclo inexorable de la vida del que brota savia nueva con su proclama  de esperanza: aún estamos a tiempo, todo es posible, todo se hará realidad esta primavera.


La primavera es un mensajero, y todo ángel es terrible, pues lo hermoso no es otra cosa que el comienzo de lo terrible. Estos versos me han asaltado mientras leía el fantástico libro de Modris, La consagración de la primavera (porque aunque el libro nos habla de la tierra que no florece, si no que entierra a los muertos, de gas y no niebla, de cómo huyen todos los pájaros…; a pesar de eso, también leemos como el hombre crea belleza de las cenizas y cómo nuestro mundo--el moderno--no nació sin dolor). Así, por supuesto,  es imposible olvidar el: “Allí donde está el peligro, crece también lo que nos salva” de Hölderlin. El  peligro hizo crecer lo que nos salva. Aunque la mano del hombre se empeñe en destruirlo, después siempre aparece lo nuevo. Y sé que va a llegar, como un soplo de aire fresco.


Han sido unos meses de descanso, de hibernación, pero ha llegado la primavera y, como decía, aún hay esperanza. A pesar de lo peor, a pesar de la guerra, de las heridas incurables todavía queda la primavera, el renacer, una vida nueva y bohemia.  Porque “irremediablemente, siempre, siempre, la más honda verdad es la alegría”


¿Hay algo más alegre que un buen salmorejo? Me he decidido por él, aunque a estas alturas, estoy convencida que todos sabéis hacerlo, porque es la tierra-el tomate, es la vida-el pan, es la alegría-el aceite, y el peligro… sino puedes parar de comerlo.

Volvemos, sí,  a por lo nuevo. Y es el futuro el que hoy nos alcanza.



3 comentarios:

  1. ah.. el salmorejo... divina vuelta la tuya... mi marido hace un salmorejo que es la muerte... nada que envidiar a Córdoba... tengo ganas de verte....

    ResponderEliminar
  2. nunca he hecho salmorejo, siempre me decanto por el gazpacho, pero me parece que tendré que considerarlo ;) besitos

    ResponderEliminar
  3. Y tú por fin has vuelto. Me alegro, porque nos haces disfrutar con tus palabras y con tus fotografías.

    ResponderEliminar