Hace algunos años, allá por el 2005 llegó a mis manos un disco que se convirtió en una de las revelaciones de ese momento y en uno de los que no me canso de escuchar. I’m a bird now supuso una conmoción, fue aclamado por la crítica y fue además un éxito de ventas, aunque siempre tuvo detractores. El responsable de todo esto, Anthony Hegarty, marcado por su adolescencia, es tan peculiar como su música y refleja con su creatividad y sensibilidad los momentos pasados.
Hegarty nació en el Reino Unido, pero ha vivido en Holanda, California y Nueva York donde se relacionó con artistas como Rufus Wainwright, Devendra Banhart y Joan as Police Woman y con todos ellos ha colaborado profesionalmente. La música de Anthony nos habla del dolor y la muerte, muchas de sus melodías son estremecedoras como Man is the baby o la que os traigo hoy, Bird Ghul.
Es muy fácil identificarse con sus letras, sentirte protagonista de ellas; curiosamente, tienen un significado universal precisamente porque nos habla de su propia vida, de sus sentimientos, problemas y preocupaciones. Siempre acompañado por su piano, junto al que espera a alguien que le cuide cuando muera.
La protagonista de Bird Ghul es una chica que busca sus alas, tiene su corazón en la manos y está buscando sus alas, nace y va al cielo porque es una chica ave y ella puede volar. Por eso si le nacen alas, si vuela, sus pies no se hicieron sólo para caminar, sino para impulsarla a lo más alto.
Para volar necesitamos ir “ligeros de equipaje”, ser fuertes, ágiles, livianos y continuar volando, agitando nuestra alas como la victoria del Louvre, contra viento y marea. Por eso la receta de hoy es puro aire, un suspiro, un “soplo”, un viento. Nada mejor que una mousse, que nos recuerda a las nubes y son un bocado de cielo porque si queremos volar, ¿no deberíamos alimentarnos con la ligereza del aire? Una textura sutil y etérea que se deshace en la boca pero que mantiene su sabor y su fuerza para seguir volando, sin prisas pero sin pausas.
I am a bird girl now
I've got my heart
Here in my hands now
I've been searching
For my wings some time
I'm gonna be born
Into soon the sky
'Cause I'm a bird girl
And the bird girls go to heaven
I'm a bird girl
And the bird girls can fly
Bird girls can fly
Que bonito, sin prisa, pero sin pausa...
ResponderEliminarLo has visto en vivo?, es impresionante como canta, se nota el sentimiento y el dolor en cada letra.
ResponderEliminarMe encanta, tengo sus dos Discos en casa.
Me alegra que te guste esta música :)
Bss.
Aire
ResponderEliminarUmmmmm, qué buena!
ResponderEliminarMuy suave, una textura genial...
Besos,
Aurélie
Para mí la mejor canción de un impresionante disco.
ResponderEliminarEs una belleza pura, delicada, llena de dulzura a la vez, como tu postre, ideal compañía.
ResponderEliminarUn beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué maravilla de música, no conocía el autor, desde luego venir a verte es aprender, siempre.
ResponderEliminarY la mousse parece tan suave cómo deliciosa, muy buena para tomar mientras le escuchas.
Un besito
Es una canción maravillosa y con la mousse seguro que volamos incluso con el chocolate en el estomago.
ResponderEliminarLo siento, el problema de escribir con el iPad y no revisar hace que cometa barbaridades. Como te decía tuve la suerte de estar en el concierto que dieron en Santiago de Compostela hace unos pocos años y allí mismo compramos su primer disco. Un directo espectacular. Una maravilla de música y una combinación estupenda con esa mousse. Un beso
ResponderEliminarMenuda pinta!!!! apuntada la receta. besitos
ResponderEliminarSé que siempre lo digo, pero es que entrar en este blog es un remanso de paz. Mil gracias.
ResponderEliminarSe ve muy rico.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.