En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules
No más tuppers de mamá es el nombre de un
fantástico blog en el que Carlos desarrolla toda su creatividad y su gusto por
la cocina. Admiro mucho su actividad constante en el blog y su capacidad para reinventar algunos platos
tradicionales junto con tros innovadores, además siempre acompañados por una selección musical
fantástica. Recientemente, por cierto, es la "comidilla" de todo el mundo "gastronómico-blogueril"; mi enhorabuena por eso. Bueno, este chico, es tan
creativo que me hizo una proposición interesante: hacer un cadáver exquisito,
pero gastronómico. El cadáver exquisito
es un juego en el que se unen palabras o imágenes por parte de diferentes
personas hasta formar una historia; en este caso hemos elegido ingredientes y
cada uno hará una receta. Los ingredientes son: canela, miel, pasas, nueces,
cacahuetes, naranja y jengibre.
Después de pensar un poco, me di cuenta de quienes
eran los primeros que habían utilizado el cadáver exquisito, los surrealistas,
en concreto, Rimbaud. Jean Nicolás Arthur Rimbaud es uno de los grandes poetas franceses. A los
15 años comenzó su relación con la poesía; poco después abandona el seno familiar
y comienza una vida tormentosa que lo llevará
de un sitio a otro. El joven Rimbaud no conocerá descanso, de hecho, sus
amigos se refieren con frecuencia a él como el
hombre de las suelas de viento. Una de las personas más influyentes para
Rimbaud fue Verlaine a quien envía una carta con sus primeros poemas, entre
ellos, El barco ebrio, Verlaine le
responde con un billete a París. Mantienen una relación tan intensa y
turbulenta que termina mal, incluso Rimbaud llega a disparar a Verlaine, que
había abandonado a su esposa para compartir vida y aventuras con el jovencísimo
poeta.
Hay un momento de ruptura en la vida de Rimbaud:
deja Francia y se embarca, parece ser, hacia el norte de Europa, pero acaba
encaminando sus pasos hacia Egipto, tal vez huyendo de su turbulento pasado.
Acaba recalando en Chipre, donde encontrará trabajo como encargado de una
cantera de piedra en Potamos Liopetriou, cerca de Larnaca (Chipre). Después de
varias idea y venidas regresa a Chipre donde consigue un trabajo como capataz
de una obra, salé de allí precipitadamente tal vez por matar a un obrero
accidentalmente. Para entonces, ya había abandonado la poesía y su intención
era ganar suficiente dinero para poder dedicarse a a esta al fin de su vida.
Lamentablemente (aunque ganó bastante dinero como traficante de armas), un
dolor en su rodilla degeneró en un carcinoma y murió a los 37 años. Hay algo
enigmático en la existencia de este hombre, que con veinticuatro años, en plena
juventud y en pleno éxtasis creativo, decide abandonar su mundo e iniciar una
vida nueva, diferente. Sin duda en sus primeros años había dado suficientes
quebraderos de cabeza a su familia, especialmente a su madre, y tal vez quiso
cambiar para no hacer sufrir más a los que le querían. De hecho, sus últimos
años en Francia, tras el inicidente y la detención en Inglaterra, parecen no
tanto un fracaso, cuanto un continuo asomarse en el abismo. Quizás vio algo al
fondo de ese abismo…se hace duro imaginar sus dos años finales.
Rimbaud no habla mucho de comida en su
correspondencia puesto que le acosaban necesidades más urgentes; sin embargo,
allí donde fue, como dan testimonio sus cartas, se interesó por la población
autóctona y sus costumbres. Sin duda en Chipre probó platos de la comida
tradicional como las serpentinas de hojaldre con frutos secos; un postre tan
excesivo como Rimbaud, como su vida y con todos los ingredientes de nuestro
cadáver exquisito.
Una propuesta de lo más original esto del cadáver exquisito. No conocía la historia de este poeta y, aunque trájica, ha derivado en una receta deliciosa y nada complicada así que me la apunto.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Me ha gustado todo, desde el título hasta la historia. De la receta no hablo, creo que sobran las palabras. Bueno, miento, sí hablo. La pasta filo es una auténtica delicia y te has ganado mi admiración eterna por usarla. Me has sorprendido con este postre chipriota. Me has sorprendido muy gratamente, claro.
ResponderEliminarTodavía me acuerdo cuando "jugábamos" a cadáver exquisito en la escuela de diseño, que bien me lo pasaba, claro que eran ilustraciones y no comida, pero me encanta igual, a dos manos o a tres. Genial guapa!
ResponderEliminarBesitos
Una serpentina que te da energía para horas.
ResponderEliminarBesos.
Me parece súper interesante lo que nos cuentas de Rimbaud, no conocía eso. Lo del cadáver exquisito también es la primer vez que me lo dicen, tendré que investigar un poco sobre ello...
ResponderEliminarLa receta estupenda, como siempre.
Besotes
Tuve una época en que solo hacíamos cadáveres exquisitos, tanto en poesía como en relatos cortos...era divertido y enriquecedor ver como la imaginación conjugada de personas distintas logra un fin común lleno de belleza, el último que participe fue en vivo...y tenía unos nervios de componer al hilo sin oportunidad de pensar sobre papel, vaya nervios, pero gastronómico nunca lo había escuchado!!
ResponderEliminarRimbaud que te puedo decir...me toca la fibra como estas serpentinas hojaldradas deliciosas...
Un beso enorme!!
Me ha gustado mucho esta receta. Y las fotografías. Ahora iré a mirar la otra parte de ese cadáver maravilloso que habéis hecho juntos. Felicidades.
ResponderEliminarUna propuesta muy interesante y original. La serpentina ¿Qué se puede decir? Invernal, deliciosa y llena de sabores. Besos.
ResponderEliminarVine solo a ver la receta y las fotos, hoy no puedo leerte!, pero volveré.
ResponderEliminarBesitos.
Linda, qué cautivadora forma de redactar, fotografiar y relatar...
ResponderEliminarMe he quedado presa hasta el final, gracias por deleitarme, un placer pasarme por aquí...
Besos,
Aurélie
buf! con la primera foto ya me has convencido! besitos
ResponderEliminarInteresante cadáver éste que nos muestras.
ResponderEliminarPetó
Qué delicia de bocado y tan especiado...me va a encantar hacerlo en casa! tus fotografías magníficas...como siempre! un besito
ResponderEliminaruna delicia y me gustan muchos los ingredientes. Me encanta como siempre y no me canso de comentarlo, me gusta mucho sp. tus entradas y leerte. Bss y feliz navidad.
ResponderEliminarDebe estar delicioso!! Me encanta.
ResponderEliminarFelices Fiestas
Mónica
Un abrazo con todo mi cariño....disfruta de estas fiestas Linda!!
ResponderEliminaryummy, que delicia de receita:)
ResponderEliminarbeijinhos