Mademoiselle Chambon. Une affaire d’amour. es una película francesa estrenada en el año 2009 en Francia (a España llegó en el 2011) dirigida por Stéphane Brizé y protagonizada por Sandrine Kiberlain y Vincent Lindon. Se trata de una pequeña historia en todos los sentidos: Jean es un albañil y un buen hombre que conoce a Mademoiselle Chambon, la maestra de su hijo. Entre ellos se establece una relación “silenciosa” basada en los gestos y en las miradas que contrapone dos formas diferentes de ser: el un obrero de pueblo aparentemente feliz, ella una mujer refinada que procede de un mundo bastante diferente. Y con solo gestos y expresiones nos sentamos ante la disyuntiva entre los amores posibles e imposibles, ante la esperanza por un futuro diferente, ante la fragilidad, ante lo sensible y ante la belleza.
Me ha parecido muy llamativa esta forma de contar
las cosas, de decir sin articular palabra, lo encuentro de una maravillosa
delicadeza. Como digo, el silencio es parte protagonista del largometraje francés,
silencio ante la mirada rotunda de Lindon (que podríamos calificar de ruidosa)
a la mujer que quiere y sigilo en la inmensa soledad de ella.
Una de las escenas que se repite a lo largo de la
película es la manera en que ella disfruta de un té ante si misma y sus
sentimientos, pensando sorprendida ante un amor inesperado. Por eso, hoy toca
deleitarse ante un simple té en la soledad de la cocina. Hay alimentos que nos
invitan a eso, a pensar, a meditar y resolver nuestros problemas e inquietudes
y por supuesto, el té es uno de ellos. Por otro lado, también existen lugares
apropiados para ello, nada más relajante que la cocina para tomar algunas
decisiones y poner en orden las ideas, al menos en mi caso.
Mucho de lo que somos tiene un reflejo
significativo en nuestra relación con los alimentos, con la forma de tomarlos,
comer en soledad o tomar algo solo, puede ser un momento para descubrir más cosas sobre nosotros
mismos. De la misma manera, si cocinamos solo para nosotros, nuestros sentidos
son más libres y somos aquello que queremos ser; nuestra creatividad se
incrementa y valoramos lo verdaderamente hermoso de la vida porque lo
importante es que no elegimos las circunstancias sino la forma de hacerles frente.
(Suspiro) ;)
ResponderEliminarUn sencillo té, pero tan hermoso como las fotografía que lo acompañan.
ResponderEliminarUn post muy bonito...
ResponderEliminarEs muy curioso el té, ¿de qué se trata?
Un beso,
Aurélie
Aurélie es lo que se llama una flor de té. Se hace uniendo a mano hojas de té. Cuando se empapa de agua imita el proceso de nacimiento de una flor. Un beso
ResponderEliminarComo siempre esperando un nuevo post tuyo... y como siempre brillante sorprendente cuanta sencillez y cuanta inmensidad a la vez... comparto contigo la cocina, para mi lugar donde han pasado tantos momentos importantes de mi vida.. gracias por esta maravilla sin duda próxima película para ver
ResponderEliminarme encanta...
ResponderEliminarEres una delicia...
ResponderEliminarque fotos más chulas!!! me encantan. petonets
ResponderEliminarA veces el silencio es la mejor terapia al ruido, pero solo a veces.
ResponderEliminarMe gustado el trailer pero en mi caso creo que necesitaría más.
Un beso
Qué bonito!!!!!
ResponderEliminarFotografía con poesía...Además esa flor que parece como una rosa de Jericó me hizo pensar cuando te metes bajo de agua y empiezas a escuchar el silencio sordo pero inquieto del agua.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post!
ResponderEliminarDeberíamos hablar con nosotros mismos mucho mas...
La foto preciosa
Besos
Oooh!
ResponderEliminarMil gracias a todos. Un beso
ResponderEliminarNo venía desde antes del verano y ya me arrepiento. Me fascinan tus posts y tus fotos. Ya sé que repito, pero... Mejor el silencio. ¿Sabes que la frase "silencio se cocina" es la que tenía en la cabeza cuando puse nombre a mi blog?
ResponderEliminarBesos
jo!...muy buena pinta tiene esta película, tengo que verla; y muy bien traida la relación que haces en este artículo tuyo con el té. Ciao bella!
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