lunes, 23 de agosto de 2010

No diga más y juegue

 
El Apartamento es una película de 1960 dirigida por Billy Wilder: y este verano ha cumplido 50 años (se estrenó el 15 de junio en Nueva York, a España llegó el 19 de diciembre de 1962). Es un de mis preferidas, sobre todo, porque es tierna y conmovedora; me encanta. Como sabéis, cuenta la historia de un trabajador de una gran empresa con ganas de ascender, para lo que hace ciertos tratos con sus jefes, a la vez que se enamora de una guapa ascensorista. Básicamente es una película contemporánea que narra la vida de muchos hombres de ese momento y también de ahora; una mezcla de drama y comedia que nos deja pegados a la pantalla. El personaje de Jack Lemon; C. C. Baxter es adorable, incapaz de decir no, como el mismo dice : “yo era Robinson Crusoe y, de repente, he visto una huella en la arena”. Esa huella es la que le lleva a decidirse entre la razón y el corazón, entre el anhelo y la conveniencia y recibe el nombre de señorita Kubelik. El papel es representado por una  Shirley MacLaine, capaz de demostrarnos su entusiasmo y su desilusión con una simple mirada enmarcada en su dulce rostro. Kuebelik tarda más en encontrar la huella, pero lo hace y nos regala un final maravilloso y redentor.
 
 

Es una historia que habla también de la soledad y de lo decepcionante que puede ser el “gran sueño americano”, de la alegría y tristeza, de la miseria y grandeza, del realismo y los sueños…Tuvo un gran éxito (aunque nos interese menos) en la Academia de Cine y consiguió cinco Oscars. Está rodada en blanco y negro y su banda sonora es una de las mejores de la historia del cine.
 
 

 
 
 
 
 

 
 
 
También es una película de donde podemos extraer bastantes apuntes gastronómicos. He elegido el café porque está hecho por Baxter para despertar y hacer volver a la realidad a la señorita Kubelik, pero me parece impagable y estará siempre en nuestra memoria cinematográfica la escena de la raqueta como escurridor para los espaguetis. Además es entrañable y significativa la de la cena precocinada mirando la tele; es una de las imágenes que lo dice todo sobre este fantástico hombre.

Los 50 años son una excelente excusa para volver a ver esta deliciosa película tomando un dulce café “affogato”. ¿La vemos?






11 comentarios:

  1. Buen regreso,hasta a mi me han entrado ganas de ver la película,jajaja.Y el café,siempre el café, esas tardes de verano en el comedor y sobre las 17:30 ese café "subiendo" en la cafetera y quien tú sabes despertándose con el olor...hoy estoy nostálgico...jajaja.Un saludo.

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  2. No soy mucho de café pero con esta entrada tuya casi me han dado ganas de ponerme uno ahora mismo.. :) bonita entrada

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  3. Hermosa vuelta al trabajo, aunque la película es tan amarga como el café solo.

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  4. Casualmente la volví a ver hace poco. Es de esas películas que sigue tan viva y tan capaz de emocionar (o quizá más, visto lo poco que han cambiado las cosas) como hace cincuenta años o los más o menos veinte que hace que la vi por primera vez. Amarga, sí, pero también dulce, como el café que nos propones, vamos, como la vida misma...!

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  5. Una película inolvidable, una entrada preciosa y un café delicioso.
    Un besico.

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  6. pero que maravilla!!! tomo nota de la película, se me olvidan todas, soy tan mala cinefila! ja! ja!
    y el café me lo voy a hacer ahora mismo!
    besitos

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  7. Me encanta tu blog, no solo difruto con las recetas, también cómo relacionas cine ,literatura, pintura,parece que cuando lo leo saboreo la receta.
    Tengo el blog entre mis favoritos

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  8. Mi próximo café de tarde será un affogato.

    La película es de mis favoritas también y me han entrado unas terribles ganas de volver a verla después de tu apasionada reseña.

    Salud.

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  9. Gracias a todos por vuestros comentarios, los agradezco enormemente. Coincidimos pues, en que la película es fantástica (Nacho anímate y mírala) y el café, a mi gusto, delicioso. Probádlo!

    Un beso

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  10. Linda, muchas gracias por visitarme y por tu comentario.
    No conocía la película, debe ser buenísima trataré de verla. Lo que si haré es el café que debe ser una delicia.
    Bss
    Tita

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  11. Otro film que me punto, como siempre, gracias Susan!

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