4 tazas de harina
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de bicarbonato
1 ¾ tazas de suero de leche
Precalentamos el horno a 220 ºC
Tamizamos la harina, la sal y el bicarbonato en un cuenco. Hacemos un hueco en el centro y vertemos casi todo el suero de leche. Mezclamos bien y amasamos. Debemos intentar formar un círculo de unos 20 cm. de diámetro y lo pasamos a la bandeja del horno.
Mantenemos durante 25 o 30 minutos hasta que esté dorado y suene a hueco al golpearlo con los nudillos. Lo dejamos en una rejilla metálica hasta que se enfríe.
Tamizamos la harina, la sal y el bicarbonato en un cuenco. Hacemos un hueco en el centro y vertemos casi todo el suero de leche. Mezclamos bien y amasamos. Debemos intentar formar un círculo de unos 20 cm. de diámetro y lo pasamos a la bandeja del horno.
Mantenemos durante 25 o 30 minutos hasta que esté dorado y suene a hueco al golpearlo con los nudillos. Lo dejamos en una rejilla metálica hasta que se enfríe.
Dublinesca
Enrique Vila Matas es un escritor catalán que acaba de publicar su último libro, Dublinesca, con una estructura narrativa típica en una novela, algo raro en él. No puedo disimular mi debilidad por este autor, creo que lo que más me fascina de él es su capacidad para descubrirnos y recordarnos constantemente artistas maravillosos (no hablo sólo de escritores, también directores de cine, artistas, músicos,…) todos sus libros son una fuente de conocimiento, están llenos de referencias culturales.
De Dublinesca ya se ha dicho mucho, sus menciones a Joyce y Beckett, el funeral por la literatura… Pero siempre encontramos un mensaje positivo en el crepúsculo del protagonista, Samuel Riba: el amor por ella (“escribir y olvidar”) y por los libros también como objetos; ellos son los protagonistas, como no podía ser menos.
Y, por supuesto, la poesía, que es el origen, el principio y está presente en todo el relato. Sobre todo unos versos de la poeta uruguaya Idea Vilariño (aún más que los de Larkin, que dan título a la novela) que a mi también me emocionan
De Dublinesca ya se ha dicho mucho, sus menciones a Joyce y Beckett, el funeral por la literatura… Pero siempre encontramos un mensaje positivo en el crepúsculo del protagonista, Samuel Riba: el amor por ella (“escribir y olvidar”) y por los libros también como objetos; ellos son los protagonistas, como no podía ser menos.
Y, por supuesto, la poesía, que es el origen, el principio y está presente en todo el relato. Sobre todo unos versos de la poeta uruguaya Idea Vilariño (aún más que los de Larkin, que dan título a la novela) que a mi también me emocionan
Fue un momento,
un momento
en el centro del mundo
Me encanta tu blog, es super original.
ResponderEliminarUn besito
Bea...con mucho amor
Felicidades por el blog. Este pan irlandés, ¿a qué puede acompañar? ¿Dulce? ¿Salado? envuelto en la tela blanca me ha recordado el pan del Shabbat. Es realmente hermoso.
ResponderEliminarVaya delicia de blog que tienes...
ResponderEliminarLas recetas, las fotografías...todo el contenido es una obra magnífica, llena de esmero y elegancia.
Seguiré visitándote, ahora que Antonio (tu compañero de trabajo y mi pareja) me ha abierto las puertas a tu blog suculento.
Un besote,
elisa
Eso digo yo,a que sabe ese pan...jajaja.EStoy dispuesto a probarlo,jajaja.Un saludo.
ResponderEliminarSí que tu blog es una delicia, es relajante, me encantan las fotos, las recetas y, como adoro leer, me encanta que hagas "referencias literarias"...
ResponderEliminarpd.-¿dónde encuentro el suero de leche?
besos
He estado curioseando entre la obra de este escritor, ya que tu post me ha suscitado interés. ¿Cuál sería el libro que me recomendarias para empezar a conocerlo?
ResponderEliminarA Bea: gracias
ResponderEliminarA Anónimo: puedes tomarlo con lo que quieras, dulce o salado.
A Elisa: muchas gracias, encantada de que te pases por aquí y te guste.
A Nacho: te gustaría, tiene un toque algo ácido.
A Antonia: el suero de leche puedes hacerlo en casa. Una taza de leche con zumo de limón, la leche se corta y el resultado es buenísimo.
A Mónica: creo que podrías empezar con París no se acaba nunca o Bartleby y compañía. Como digo, no son novelas estrictamente pero a mi me encantan. Espero que a ti también. Ya me cuentas.
Un beso enorme a todos
Los versos de Idea Vilariño que has escogido son preciosos. Este libro de Vila-Matas tiene muy buena pinta, tanta como ese suculento pan que has preparado. Cada día me sorprendo más con tus habilidades culinarias.
ResponderEliminarUn beso
me llevo un poquito de este pan irlandes para la cena!
ResponderEliminartiene una pinta fabulosa!
besitos
Gracias a las dos! Besos
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