2 yemas de huevo
250 gr. de harina/
125 gr. de leche templada
40 gr. de mantequilla en pomada
20 gr. de azúcar
8 gr. de levadura fresca
una pizca de sal
Para pincelar
yema de huevo
leche
mantequilla
Deshacer la levadura en un poco de leche. Amasar todo los ingredientes durante 10 minutos. Dejar reposar la masa taparla y esperar más o menos una hora, hasta que doble su volumen. Estirarla, con un grosor de 1/2 cm. Pincelarla con un poco de mantequilla derretida y dejarla reposar 10 minutos. cortarla en triángulos y enrollar cada uno sobre sí mismo empezando por el lado más largo. Pincelar la superficie de cada cruasán con una mezcla de yema y leche. Dejar leudar en un lugar cálido hasta que doblen de volumen. Cocer a 180º hasta que estén doraditos.
No es la masa de hojaldre auténtico pero quedan buenísimos.
Desayuno con diamantes
Originalmente, Desayuno con diamantes es una novela de Truman Capote donde nos cuenta la vida de una chica que vive en el Upper East Side newyorkino. El narrador, un aspirante a escritor (muy parecido a Capote en el relato), nos cuenta como Holly Golightly se dedica a salir con hombres de la alta sociedad durante 1943-45. Fue publicada en 1958.
La verdad es que lo que ha hecho mundialmente conocido este relato ha sido la película del mismo nombre dirigida y adaptada por Black Edwards y protagonizada por la inolvidable Audrey Heppburn (¡qué pena que se esté convirtiendo en una marca!) . Se estrenó en 1961 y fue ganadora de dos Óscars, a la mejor banda sonora y a la mejor canción por “Moon river”. Por eso, tampoco podemos olvidar al maravilloso Henry Mancini.
La película, desde luego, es una adaptación libre de la novela. El personaje interpretado por George Peppard (el narrador en el libro) fue totalmente transformado. También la ubicación temporal: en la película, comienzos de los 60, en la novela, después de la Segunda Guerra Mundial. Además de otros muchos cambios, quizás menos importantes.
El filme tiene imágenes inolvidables, pero como podéis imaginar, me quedo con la inicial: Holly aparece en una taxi con un elegante traje de noche y unas enormes gafas de sol. Saca un cruasán, un café y se queda extasiada mirando el escaparate de Tiffany`s.
Lo interesante de la historia es que un mundo aparentemente frívolo y superficial se encierra el miedo a la soledad y al fracaso, la búsqueda de la felicidad y finalmente el triunfo de esta bien entendida. Una delicia, como los cruasanes.
La verdad es que lo que ha hecho mundialmente conocido este relato ha sido la película del mismo nombre dirigida y adaptada por Black Edwards y protagonizada por la inolvidable Audrey Heppburn (¡qué pena que se esté convirtiendo en una marca!) . Se estrenó en 1961 y fue ganadora de dos Óscars, a la mejor banda sonora y a la mejor canción por “Moon river”. Por eso, tampoco podemos olvidar al maravilloso Henry Mancini.
La película, desde luego, es una adaptación libre de la novela. El personaje interpretado por George Peppard (el narrador en el libro) fue totalmente transformado. También la ubicación temporal: en la película, comienzos de los 60, en la novela, después de la Segunda Guerra Mundial. Además de otros muchos cambios, quizás menos importantes.
El filme tiene imágenes inolvidables, pero como podéis imaginar, me quedo con la inicial: Holly aparece en una taxi con un elegante traje de noche y unas enormes gafas de sol. Saca un cruasán, un café y se queda extasiada mirando el escaparate de Tiffany`s.
Lo interesante de la historia es que un mundo aparentemente frívolo y superficial se encierra el miedo a la soledad y al fracaso, la búsqueda de la felicidad y finalmente el triunfo de esta bien entendida. Una delicia, como los cruasanes.
* ”Los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe porqué. Cuando me pasa, lo único que me viene bien es ir a Tiffany's (…) porque nada malo puede ocurrirme allí.”
El tema de Moon River es de mis melodías favoritas. Genial que hayas unido a los croissants con esa escena.
ResponderEliminarQuién no ha soñado con ponerse ese prodigioso vestido y comerse un croissant ante ese escaparate...
ResponderEliminarUn besico.
La verdad es que mola un rato tu sitio... Un dulce placer.
ResponderEliminarLa película es un clásico y Moon River, preciosa. Los croasanes, magníficos; por cierto, ¿podrías aclararme si se dice "cruasán" o "crosán"?
ResponderEliminarLo de los "croissant", mu bien,me gustan,pero no pa el desayuno,mejor pa una merienda,jajaja.Y como el cine no me gusta,...mejor no opino,jajaja.
ResponderEliminarUn saludo.
A Donibaneko: la verdad es que calentitos estás más buenos...
ResponderEliminarA Mónica: también Moon River es de mis preferidas
A Lolah:estuve en el escaparate, pero sin el maravilloso vestido
A J.T: gracias
A Anónimo: creo que te refieres a "croasán" y no "crosan". Según la Real Academia de la Lengua me parece que lo correcto es "cruasán" http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=croas%C3%A1n
Gracias por tu interés
A Nacho: no sabes lo que te pierdes
Muchísmas gracias a todos. Me hacen mucha ilusión vuestros comentarios.
Una entrada preciosa, uno de mis libros y películas favoritas, las fotos maravillosas y los cruasanes los voy a hacer seguro ¡es un antojo!
ResponderEliminarbesos
Voy recogiendo ideas para cuando tenga algo más de tiempo para cocinar. Me encanta como mezclas cocina, libros y películas en cada una de tus recetas. Este blog crea adicción :-)
ResponderEliminarBesitos
Felicidades por el blog, nunca dejarás de sorprenderme, me encantan los cruasanes y seguro que éstos serán los mejores. Este verano me haré una foto en Tiffany's comiéndome uno. Por cierto una de mis películas preferidas.
ResponderEliminarMi Holly se llama así por ella :)
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